jueves, 25 de diciembre de 2008

15 - Días de Radio





Nuestro recorrido por la "Memoria Musical de Valdivia" finalmente acaba. En estos 15 capítulos hemos podido ver el nacimiento y desarrollo de nuestra ciudad desde un nuevo punto de vista, con la música y la cultura como centro. En este aventura por narrar la vida de Valdivia a través de la música y sus personajes fueron muchos quienes nos ayudaron y a quienes debemos en parte el éxito de este proyecto. Muchas gracias al Fondo de Fomento de la Música, a nuestros entrevistados y a los exelentes músicos que nos ayudaron a revivir sonidos que de otra manera aún dormirían en la memoria nada más. Un gran agradecimiento también a todos ustedes, nuestros fieles auditores, que siguieron con interés y entusiasmo cada uno de nuestros episodios. Finalmente un reconocimiento especial a todas aquellas personas que realizan día a día la invaluable labor de preservar los grandes o pequeños fragmentos de historia que nuestros antepasados nos han ido legando.

Con "Días de Radio", nuestro último episodio, conoceremos el impacto de este invento en la vida musical y cultural valdiviana. En algunos capítulos anteriores ya habíamos podido intuir un poco lo que significó para este arte el nacimiento de otras tecnologías como el disco. Ahora conoceremos el efecto de la radio y su época.

En el caso de Valdivia, la primera emisora fue la emblemática Radio Baquedano, fundada en 1933. Le seguiría la no menos famosa Radio Sur. Entre ambas se encargaron por mucho tiempo de cubrir tanto la demanda informativa como musical de los valdivianos y llegaron a ser íconos de la radiofonía nacional. Personajes de la talla de Raúl Matas comenzaron en sus salas y sus auditorios solían ser el escenario de los más importantes recitales.

Siempre en estrecha relación con la vida cultural de la ciudad, las estaciones ofrecían sus instalaciones a los conjuntos de la Escuela Normal, al destacado director vienés Roberto Mahler y a la virtuosísima pianista Nina Frick, cuyas grabaciones seguían transmitiéndose hasta la década de 1950. más adelante incluso a los ciudadanos comunes y corrientes que buscaban grabar sus propias interpretaciones privadas para la familia.

Por otro lado, también fue a causa de la radio que muchos de los conjuntos de música que había en la ciudad fueron desapareciendo. También fue debido a la masificación de la música con la nueva tecnología que la educación musical fue haciéndose cada vez más secundaria en la vida cotidiana. Sin embargo, también fue gracias a la radio que muchas de las melodías más emblemáticas de antaño se pudieron difundir rápidamente y quedar grabadas en la memoria de muchos valdivianos hasta el día de hoy. Por cierto, hay que decirlo, la radio fue en su época de esplendor mucho más que una simple fuente de música de fondo; fue el medio que había. Desde radioteatros hasta noticias y conciertos, todo se transmitía por sus ondas y toda la familia se reunía en torno a los sofisticados receptores para escucharla. No sería descabellado decir que la radio marcó su época de un modo que pocas inovaciones tecnológicas lo han hecho, cambiando drásticamente la vida cultural y musical de toda una generación.

En éste último episodio contamos con la colaboración de la Señora Norma Monzón, radiolocutora valdiviana de vasta trayectoria que actualmente trabaja en Radio Valdivia.

Ejemplos musicales de "Días de radio":
1- Vals “Antofagasta”
2- Komm zu mir heut’ nacht
3- Vals “Primavera” - R. Mahler
4- Obertura - Nina Frick
5- "Corazón de Mujer" y "A la Rueda" (grabaciones familiares)

martes, 16 de diciembre de 2008

14 - De coros y universidades





Como hemos podido aprender a lo largo de esta serie, la actividad musical en Valdivia siempre estuvo estrechamente ligada a la vida social y la estructura en que esta se organizaba. Así, no es de extrañarse que una de las primeras tareas que se propusieran los numerosos clubes sociales fundados en los inicios de nuestra era industrial fuese precisamente la creación de coros polifónicos.

El panorama de mediados del Siglo XIX, sin embargo, distaba bastante de lo que imaginamos hoy por actividad coral. Los diferentes grupos estaban estrictamente separados por género y funcionaban más como una forma más de interacción social, que como conjuntos dedicados a cultivar el arte.

Los coros germanos como, por ejemplo, el del Club Alemán, se caracterizaban por ser en su mayoría masculinos y por funcionar como una manera de mantener las raices culturales, que como una forma de cultivar el arte coral. Así, se decía de este grupo en particular que era un coro de viejos; cosa que no sorprende si se piensa que la nostalgia, la cerveza y los acordeones eran sus elementos fundamentales. Los coros "chilenos", por su parte, se caracterizaban por la predominancia de las señoras y su principal actividad eran las presentaciones para beneficencia.

Hacia fines del Siglo XIX los coros se habían masificado y ahora no eran exclusividad de los clubes. Las iglesias, las escuelas y los liceos se habían sumado al panorama con sus propios conjuntos. El más famoso de ellos fue el "Orfeón Liceano", dependiente del Liceo de Hombres y dirigído por Conrado Freundlich, el autor del texto de la Opereta Polly.

Curiosamente, a medida que avanzaba el Siglo XX la actividad coral fue retrocediendo, en parte debido a la masificación de las bandas instrumentales y en parte debido a la aparición del disco y la radio. En la década de 1940, sin embargo, se reabre la Escuela Normal "Camilo Henríquez" y gracias a la iniciativa de destacados personajes como Roberto Mahler, quien tenía una vasta experiencia en coros, se aprovechó la ocasión para reimpulsar la actividad.

Algunos de los alumnos de Mahler, como Omar Grenci, Donald Little y Leonardo Mancini, seguirían la senda coral de su maestro y serían la base de iniciativas tan importantes como el “Orfeón Infantil Omar Parraguez”. El mismo Mahler fundaría más tarde el "Orfeón de Profesores de Valdivia", que sería el primer conjunto aboerto a quien quisiese hacer música, sin distinción de género o membresía. A pesar de su nombre, ni siquiera se necesitaba ser profesor para poder cantar en él.

Sería, sin ambargo, Donald Little, quien con su "Coro Polifónico de Valdivia", daría el paso definitivo hacía la "profesionalización" de los coros, concentrando todas sus capacidades en el perfeccionamiento del arte coral. No es extraño que a mediados de la década de 1950, a pocos aós de ser fundada, la Universidad Austral de Chile y el conjunto de Little decidiesen unirse para dar forma al Coro de la U.A.Ch. que mantiene hasta nuestros días la tradición de los coros en nuestra ciudad.

Para conocer más a fondo la gestación y el desarrollo del panorama coral valdiviano contamos en este programa con la colaboración de Don Leonardo Mancini, Quien fue Director del Coro del Instituto Comercial de Valdivia, así como del Profesor Hugo Muñoz, actual Director del Coro de la U.A.Ch.

Ejemplos mucicales de "De coros y Universidades":

1- Wiegenlied
2- Kalamaika
3- Primer Himno de la U.A.Ch. (versión para piano)
4- "A Trabajar" del "Oratorio 1850"
5- Coro Primero de la Pasión según San Juan

lunes, 8 de diciembre de 2008

13 - La música religiosa





La música y la religión han estado unidas desde tiempos inmemoriales y siempre se han potenciado la una a la otra. Grandes obras emblemáticas de la música han sido compuestas en contextos religiosos y no son pocos quienes a través de las obras musicales logran una relación más cercana y significativa con sus creencias.

Como en toda América Latina la música religiosa, entendida desde su vertiente occidental, fue una de las primeras manifestaciones artísticas en llegar a Valdivia. Los misioneros jesuitas, con su enorme influencia cultural en el Nuevo Mundo, se encargaron de difundir el evangelio por medio de la educación y particularmente por medio de la música. Así, no es de extrañarse que algunos de los registros más entiguos que se tengan de música religiosa en el sur de Chile sean justamente composiciones religiosas jesuitas escritas para ser cantadas en mapudungun.

Como veremos en este capítulo de "Memoria Musical de Valdivia", las iglesias siempre fueron y siguen siendo uno de los principales polos de desarrollo para la música, ya sea en cuanto a su influencia o simplemente como escenarios. En la época colonial y en la temprana independencia, por ejemplo, fue la iglesia católica la que veló por la existencia de registros escritos de música sacra, pese a que durante mucho tiempo la iglesia matriz no contó siquiera con un órgano para ejecutarla.

La llegada de los colonos alemanes a mediados del Siglo XIX se convirtió en un inicio en un foco de temor para la católica sociedad valdiviana de la época. Los protestantes eran mirados con desconfianza y su influencia se consideraba potencialmente perniciosa. Todo ello, sin embargo resultó más bien injustificado, pues los nuevos habitantes parecían no tener ningún interés en ejercer su credo y ni siquiera sentían demasiada urgencia en levantar un templo en suelo chileno. Había entre ellos incluso un grupo importante que se oponía abiertamente a la construcción de una iglesia. Para ellos era la moral la que debía ser fundamental; la religión no era importante.

Otros inmigrantes, sin embargo si guardaban fuertes lazos con el luteranismo y trajeron consigo la múscia protestante desde sus tierras natales. Así, cuando 30 años tras su arribo a Valdivia, los colonos levantron finalmente su iglesia luterana, la música fue una de sus preocupaciones centrales. En 1903 ya se había encargado a la prestigiosa Casa Walker de Alemania un órgano para el templo. Lamentablemente ese primer instrumento pereció junto con el templo en el terremoto de 1960. Algunas de sus partes, sin embargo, fueron utilizadas en el órgano que actualmente suena en la Iglesia Luterana de Valdivia.

Con el tiempo las iglesias se convirtieron en importantes polos de desarrollo para la actividad coral de la ciudad, así como en impulsoras de la actividad musical en general. Templos como la Iglesia de San Francisco se mantienen hasta hoy como referentes a la hora de hablar de presentaciones, conciertos y recitales.

Para profundizar más acerca del papel que ha tenido y tiene la iglesia en la vida musical de Valdivia contamos en este episodio con la presencia del Señor Hugo Pereira, quien además de ejercer como profesor en la escuela de Música Juan Sebastián Bach, es organista de la Iglesia Luterana y director coral de conjuntos como el Coro de Adultos del Colegio Alemán.

Ejemplos musicales de "La música religiosa":

1- Salve Campesino
2- Abendgedanken - G. Frick
3- Andacht - Arnoldo Henzi
4- Ave María - Francisco Cordero
5- Aria de la Pasión - J.S. Bach (interpretada por Gabriela Lehmann y el coro de la U.A.Ch. Direción: Hugo Muñoz)

martes, 2 de diciembre de 2008

12 - La enseñanza musical





A lo largo de "Memoria Musical de Valdivia" hemos recorrido diferentes épocas y conocido a varios de los más importantes personajes de la música en la ciudad, sin embargo, nada de ello habría sido posible sin un elemento clave para el desarrollo de la cultura: la enseñanza.

Es así como también en este lejano rincón del mundo llamado Valdivia se dieron las instancias para que quienes tenían el conocimiento de la música lo pudiesen traspasar a otros y así perpetuar el arte. Si bien es evidente que en al interior de la familia y en la vida cotidiana siempre ha habido aprendizaje, los primeros registros fehacientes que se tienen de procesos formales de enseñanza de la música en nuestra ciudad datan de la época de la dominación española.

La música y su docencia, como podremos ver en "La enseñanza musical", siempre ha estado ligada a diferentes fenómenos sociales y culturales. En un primer período, por ejemplo, estuvo firmemente ligada a la evangelización de los indígenas locales. Con la llegada de los colonos alemanes pasaría a ser una manera de mantener tradiciones y vínculos con la cultura europea. Más adelante, bajo la visión de Francisco Cordero Carrera, se convertiría en una vía para reafirmar la chilenidad en un entorno germanizado.

Los colegios y liceos, naturales encargados de la formación de los niños y jóvenes, siempre incorporaron en mayor o menor medida a la música como uno de los ejes de su labor pedagógica. No hay que olvidar, sin embargo, otras instituciones que aportaron tanto o más al desarrollo y la enseñanza musical en Valdivia. Así, por ejemplo, afloran las numerosas academias privadas o los múltiples profesores, que como el célebre vienés Roberto Mahler formaron a muchos intérpretes y compositores locales.

No se puede, por cierto, entender la educación musical en Valdivia sin mencionar a la importantísima Escuela Normal Camilo Henriquez, que no sólo fue un pilar en la formación de docentes, sino que aportó enormemente a la vida cultural valdiviana de los años 50 y 60. Esta institución es también una piedra angular para comprender la formación de los actuales conservatorios y escuelas musicales, en cuyos orígenes particparon (y siguen trabajando) muchos de los antiguos normalistas.

Para profundizar justamente en la importancia de la Escuela Normal Camilo Henríquez y en algunas de las instituciones de formación musical más recientes, como el conservatorio de la U.A.Ch. contamos en este capítulo con el Profesor y Director Coral Hugo Muñoz.

Ejemplos musiclaes de "La enseñanza musical":

1- Quiñe Dios
2- Canción sin palabras
3- Sonata - Interpretada por la Sr. María Aburto
4- Himno del Liceo de Hombres
5- Himno del Instituto Saleciano
6- Himno de la Escuela Normal